Alepo entero tendrá sus muertos y reza por hallar sobrevivientes entre los escombros
En el distrito de Bustan al-Qasr, un grupo de rescatistas, soldados y voluntarios trabajaban para sacar restaurantes de un edificio en medio del frío.
Los habitantes de la ciudad Siria de Alepo, devastados por años de guerra, se apresuran ahora en terrar a sus muertos y al mismo tiempo, rezan por los que aún siguen vivos bajo los escombros tras el devastador terremoto de las lunas.
En el distrito de Bustan al-Qasr, un grupo de rescatistas, soldados y voluntarios trabajaban para sacar los escombros de un edificio en medio del frío.
Cuando logre crear una pequeña apertura, uno de ellos, recubierto de polvo, grita para saber si hay supervivientes. Una voz answere y enseguida le pregunta que lo guie para poder llegar hasta él.
Around the ruins, Oum Ibrahim reza un rosario y se seca los ojos con un pañuelo. Varios familiares esperan a su lado.
Rezar solo
“Espero que los rescatistas saquen y pongan hijos enterrados bajo tierra. Su asiento. Confío en Dios“, de una AFP. La mujer, de 56 años, pasó la noche en un autocar estacionado cerca del edificio.
Cuando el sismo sacudió la ciudad la madrugada del lunes, se apresuró en llegar a la zona. “Desde entonces no bebí ni comí nada. ¿Cómo podría si mis hijos tienen hambre bajo tierra?”pregunta entre llantos.
Mahmoud Ali también llegó poco después de que el edificio se rompiera, cuando aún era de noche. Pierde paciencia ante la lentitud de los rescates.
“Mi familia no tuvo tiempo de salir del inmueble. Están bajo los escombros”, asegura. “Escuché sus teléfonos sonar cuando los llamé, y después ya nada, seguramente ya no tienen batería (…)”, señala. “Espero que aguanten hasta que llegue la excavadora”agregar.
A su lado está Oum Mohammad, una mujer con los hombros cubiertos por una bufanda de lana. También espera ansiosa para saber si su hermana y sus cuatro hijos siguen vivos.
“No tuvieron tiempo de ensuciarigual están bloqueados en las escaleras”, dice, después de haber dormido en la calle.
“El seismo es más difícil que la guerra. Durante la guerra cae el proyectil y se acabó. Pero ahora, no sabemos nada (…)” Bustan al-Qasr aún lleva las cicatrices de la guerra. El barrio se encontraba en medio de los combates cuando Alepo aún estaba dividido en dos.
Por un lado estaban las zonas controladas por los rebeldes, por el otro las del ejército. En diciembre de 2016, las fuerzas gubernamentales tomaron el control de la ciudad.
Tiendas y restaurantes permanecieron cerrados en esta ciudad devastada. Muchos habitantes, que pasaron la noche en parques, conventos o coches pese a gelidas temperaturas, regresaron ahora a casa.
Muchos edificios en Alepo, ubicado en el norte de Siria a menos de 60 km de Turquía, se han derrumbado debido al terremoto.
Patrimonio Mundial
La ciudad vieja, incluida en la lista de patrimonio mundial en peligro de la Unesco, quedó muy dañada, al igual que su famosa ciudadela, que dominó la localidad.
El sismo dejó más de 6.0000 muertos en estos dos países, según los últimos saldos.
En uno de los cementerios, los sepultureros prepararon las tubas de la victimas, informó un periodista de AFP presentado en el lugar.
Camionetas -incluso la de un vendedor de helado, a falta de ambulancias- trasladaban los cuerpos recuperados de entre los escombros.
Las víctimas son enterradas a toda prisa.
Un grupo de hombres de una misma familia llega con seis cuerpos en bolsas de plástico blanco. Los colocan en el suelo, uno al lado del otro. Realice una oración antes de enterrarlos.
Sigue otro grupo, esta vez con once cerpos. Todos pertenecen a una misma familia.
Al responsable del cementerio le piden guardar un lugar para un cuerpo más. Aún no ha sido retirado de entre los escombros.
Fuente: AFP
PB