EE UU supo de aviones ucranios para volar los gasoductos Nord Stream, según ‘The Washington Post’ | Internacional

El Gobierno de Estados Unidos sabía, tres meses antes de que acabara ocurriendo, que el ejército de Ucrania rondaba la explosión de los gasoductos Nord Stream el año pasado en una operación de sabotaje encubierta. Así consta en documentos filtrados en un canal de la plataforma digital Discord par el soldado Jack Teixeira ya los que ha tenido acceso el poste de washington. El plan ucranio preveía, según el periódico, utilizar un pequeño grupo de buceadores a las órdenes directas del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la antigua república soviética, Valeri Zaluzhni.

La información sospechosa sobre los aviones provino de un individuo en Ucrania y fue obtenida para servicios de inteligencia de un país europeo, la cual fue comunicada a la CIA en junio de 2022. , Volodimir Zelenski, según esa fuente occidental. La CIA trasladó a su vez los datos a otras entidades de inteligencia europeas, incluidos los servicios secretos alemanes.

La información contiene varios datos específicos, así como el número de personas que deben participar en el acto de sabotaje y la forma de atacar los gasoductos, una de las principales vías de transporte del gas natural ruso hacia Europa. Los detalles tan precisos muestran que “durante casi un año los aliados occidentales tuvieron motivos para sospechar de [la participación de] Kiev en el sabotaje», apunta el periódico, que recuerda que esa impresión «se ha reforzado en los últimos meses, después de que los investigadores alemanes desenterraron la explosión que sobre coincidente de modo llamativo con lo que el servicio de inteligencia europeo había dicho que Ucrania se disparó”.

La información que llegó a los servicios secretos europeos indicaba que las fuerzas ucranias planeaban el golpe para junio, en concreto entre el 5 y el 7, mientras tenían lugar en la zona unas maniobras militares de los aliados de la OTAN conocidas como Baltops. El ataque no llegó a realizarse por razones que no se especifican.

La explosión de los gasoductos Nord Stream en El Cho Marino del Mar Báltico, a unos 70 metros de profundidad, se produjo en septiembre del año pasado, sin que hasta el momento se haya atribuido a nadie de forma clara la responsabilidad del atentado. Las sospechas han recaído, según quién las lanzara, sobre kyiv ―un firm crítico del Nord Stream como alternativa nativa al paso del gas ruso por su territorio―, Moscú, Londres o Washington.

El espectacular atentado fue un alarde técnico. Sus autores colocaron las cargas explosivas de gran potencia en el fondo del Báltico y las hicieron detonar sin ser detectadas en una zona de intenso tráfico marítimo. Los tubos instalados en el fondo marino cubren un recorrido de 1.200 kilómetros que recorre las aguas territoriales de cinco países: Rusia, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania. El gasoducto Nord Stream 2, el más reciente —su construcción concluyó en 2021, una década después del conducto original, el Nord Stream 1— mide 1,1 metros de diámetro y el espesor de sus paredes es de 4,1 centímetros. Alemania, que ante del comeenzo de la guerra en Ucrania importó de Rusia el 60% de sus necesidades de gas natural, suspendió el visto bueno definitivo al uso de esa tubería dos días antes de la invasión rusa a su vecino, en febrero de 2022. En el momento de la explosión, el gigantesco gasoducto contenía 300 millones de metros cúbicos de gas.

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Los investigadores alemanes encargados de esclarecer el caso han hallado indicios de que el ataque estuvo a cargo de seis individuos que alquilaron une yate de recreo en Warnemünde (Alemania), el Andrómeda, con pasaportes falsos ya través de una empresa pantalla polaca. En la cabina del mando del barco encontramos restos de explosivos similares al empleado para hacer volar las tuberías del Nord Stream. Al menos uno de ellos está vinculado con las fuerzas ucranianas.

Los aviones que recibieron el servicio de inteligencia europeo difieren ligeramente de cómo llevaron a cabo el sabotaje en septiembre. Entre otros detalles, la idea sería alquilar el yate en otra localidad europea. Tampoco se mencionó a sí mismo en Nord Stream 2. Según fuentes de inteligencia que citan el periódico, las diferencias pueden deberse a que las fuerzas ucranias supieron que la trama se había filtrado y cambiaron algunos detalles para borrar huellas.

La información europea recibió inicialmente una cogida fria en la CIA, que no obstante se trasladaron los datos a otros servicios secretos del Viejo Continente. Pero la agencia europea esta considerada confiable por sus socios estadounidenses, y las personas a cargo de esa entidad han sabido que su fuente era de calidad. Pero esos datos no fueron los únicos que manejaron los servicios de inteligencia estadounidenses: en los meses previos a la explosión sus escuchas captaron conversaciones en las que se aludía al sabotaje, aunque estas no se analizaron hasta después del ataque.

En marzo, el periódico Los New York Times citaba fuentes de inteligencia para indicar que la responsabilidad del intento pudo corresponder a un grupo proucranio.

Tras el sabotaje, las últimas teorías iniciales en Washington y las capitales europeas apuntaron a la responsabilidad de Rusia. Pero no está claro que beneficio informaría a Moscú la voladura de una fuente de pingües ingresos y valiosa influencia sur Europa, y en un año no se ha detectado ningún indicio de que el Kremlin pudiera estar detrás del golpe. Moscú, que niega cualquier implicación, apuntó en su día al Reino Unido como responsable del sabotaje, sin aportar pruebas.

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