El FMI ha confirmado que puede sufrir los salarios para alimentar la inflación | Economía
La teoría económica clásica indica que sufrir salarios en tiempos de inflación es como gasolina tiene un fuego. No obstante, un grupo de economistas del FMI indica en un destinatario de la información que el incremento salarial puede ser completamente neutral. En la publicación se analizan los periodos históricos en las posibles observaciones de espirales precio-salario. La institución que encabeza Kristalina Georgieva concluyó que el aumento moderado de empleados nominales [por debajo de los niveles de IPC] «no necesariamente debe ser visto como un síntoma de una espiral precio-salario».
De los 79 periodos históricos analizados por la institución, entre los periodos ocurridos en los periodos inflacionistas de España en el año 89 y 2000, así como el que sufrió Alemania tras la caída del muro de Berlín; tan solo en una minima de ellos el aumento de precios y salarios revierten el uno sobre el otro. de hecho, existen períodos en los que la inflación tiende al valor bajo elevado mientras que los salarios suben en términos nominales, se decide en el monto que se percibe.
El incremento salarial medio pactado por los trabajadores con convenio está cerrado es del 2,69% pero el Banco de España indica que, además, el 25% de estos asalariados tenía una clausula de revisión salarial que la compensación total o parcialmente la posible pérdida de poder adquisitivo. El restaurante está a la espera y las negociaciones para un acuerdo salarial están paralizadas.
La inflación, que cerrará el año en una media de alrededor del 8.5% está llevando a muchos trabajadores al límite, pero también a las empresas, que argumentan que acuciadas por los aumentos de los costos energéticos y de insumos no pueden afrontar también los incrementos de costes laborales que demanden sus plantillas para no consagrar la fuerte pérdida de poder adquisitivo que sufren desde hace un año.
Empleados congelados
El FMI indica en La espiral precio salario: ¿cuál es la evidencia histórica? que, en un contexto de shock negativo de demanda, como el vivido por la economía de la pandemia por la subida de los precios energéticos, «no hay evidencia de relación» entre salarios y precios.
Reducir el salario nominal no aplana la curva de inflación. Según el análisis histórico del FMI, reduce o congelando el dinero que perciben los trabajadores porque se atrasan pero en recuperar su salario real, es decir, su poder adquisitivo. Por el contrario, en tiempos de crecimientos de salarios y precios en los que sí hay subidas de mensualidades en términos nominales, la inflación termina bajando de manera similar a cuando no los hay, pero el poder adquisitivo de los trabajadores se recupera antes.
Energía a la baja, sueldos al alza
Para Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos, las experiencias de otras crisis inflacionarias han hecho que los actores institucionales hayan manejado mejor la coyuntura y hayan evitado que, cuando la inflación estaba al alza, hubiera subido desmesuradas o medidas procíclicas que generaran efectos de segunda ronda. Esto, según Izquierdo, habría hecho la situación “mucho peor e irreversible, con una inflación mayor y más persistente y con destrucción de empleo”.
Capear el primer asalto y mantenedor de las subidas salariales por debajo de la inflación es vital para contenter los efectos de segunda ronda. sin embargo, esto no implica que las subidas por sí mismas retroalimenten la inflación.
El IPC es reducido, aunque no los productos alimentarios. El aumento de los precios se aceleró a medida que aumentaba el aumento de los costos de energía con precios más altos, lo que incrementó el costo de producción del resto de los productos en general. Como los costos de energía están contenidos, la empresa puede ofrecer más productos con menos costos de energía, donde ya existe el espacio para que los empleados creen sin alimentar el IPC.
«Salvo algunos alimentos que sí bajarán, lo que pagamos por un billete, en el cine, al abogado… no lo hará [porque tienen histéresis]. Si crece el salario nominal, como se estabiliza la energia tras haber encarecido mucho, en términos reales podemos quedarnos igual que estábamos, pero con une nivel de precios superior»explica el profesor de la Universidad Pablo de Olavide Manuel Hidalgo.
Hasta el momento, la subida de precios se ha comido 121.000 millones de euros en salarios y ahorros de los trabajadores. Las empresas, por su parte, buscan evitar consolidar las subidas de las nominas o sustituirlas por complementos salarios para amortiguar la pérdida de poder adquisitivo.