Ericsson condenado en Estados Unidos a una multa de más de 200 millones de dólares

Con el pago de una multa de más de 200 millones de dólares a la justicia estadounidense, el gigante sueco de las telecomunicaciones Ericsson quiere dejar atrás un caso de corrupción vinculado a los posibles sobornos pagados a la organización Estado Islámico (EI) en Irak.

Este acuerdo de culpabilidad, que se traduce en una multa de 206,7 millones de dólares (195 millones de euros), pone fin a un acuerdo de conciliación – acuerdo de enjuiciamiento diferido, o DPA – concluido en diciembre de 2019 con Estados Unidos, especifica Ericsson. En ese momento, el grupo ya había pagado mil millones de dólares a la justicia estadounidense para poner fin a los procesos de corrupción en otros cinco países (Yibuti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait).

«Mala conducta histórica»

El acuerdo que acaba de cerrarse se relaciona con el hecho de que Ericsson no había proporcionado la justicia estadounidense, cuya jurisdicción universal en muchas áreas le permite procesar a varios grupos extranjeros, resultado de un informe de investigación relacionado con presuntos sobornos en Irak. El asunto estalló en febrero de 2022 antes de la publicación de una amplia investigación de prensa coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

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La investigación interna menciona en particular pagos entre 2011 y 2019 por transporte por carretera en zonas controladas por EI, pagos sospechosos de haber ido a parar a los bolsillos del grupo yihadista. Este expediente también es objeto de una investigación en Suecia.

Resolución judicial en Estados Unidos “Es un claro recordatorio de la mala conducta histórica que condujo a la DPA. Hemos aprendido de esto y nos hemos embarcado en un importante viaje para transformar nuestra cultura”, aseguró el jefe del grupo, Börje Ekholm, citado en la nota de prensa de Ericsson. El grupo anunció el martes la salida de su responsable de ética y cumplimiento legal, Laurie Waddy, sin citar el expediente iraquí.

El Sr. Ekholm había admitido previamente que algunos de sus empleados podrían haber pagado sobornos. Ericsson ya había reconocido “comportamiento inaceptable” y garantizó haber trabajado arduamente contra el riesgo de corrupción.

El mundo con AFP