Las problemáticas distribuciones de Auchan en Rusia

En Rusia, la cadena de supermercados Auchan sólo alimenta no solo poblaciones civiles, a pesar de lo que afirma públicamente el grupo francés. “Abandonar a nuestros empleados, sus familias y nuestros clientes no es la elección que hicimos”, declaró la marca el 27 de marzo de 2022 para justificar el mantenimiento de su actividad en Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero, a diferencia de la gran mayoría de empresas occidentales.

En el mismo comunicado de prensa, publicado unos días después de un discurso del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, en el que pedía a las empresas francesas que se retiraran del mercado ruso, Auchan afirma estar respondiendo a “necesidades alimentarias esenciales”. Según documentos obtenidos por la ONG Bellingcat, los medios independientes rusos Lo de adentro Y El mundo, la gran empresa de distribución, propiedad de la familia Mulliez, octava fortuna francesa según Retos, parece estar contribuyendo al esfuerzo de guerra ruso.

El 15 de marzo de 2022, Natalya Z., controladora de gestión de Auchan, envió un correo electrónico a una veintena de empleados en varias tiendas en San Petersburgo, al oeste de Rusia, con el objetivo de “para recolectar donaciones para ayuda humanitaria”, escribe el empleado. Se proporciona una lista, en forma de tabla de Excel: miles de cigarrillos, calcetines de lana talla 43 o 44, bombonas de cocina a gas, puerco enlatado, hachas y clavos, todo del stock del cartel. El envío, valorado en 2 millones de rublos (unos 25.000 euros), deberá recogerse en cinco puntos de venta y transportarse a una sexta tienda, cerca del centro histórico de la ciudad. “Todo fue dado gratis por Auchan”, dice un empleado involucrado en la operación, que prefiere permanecer en el anonimato por razones de seguridad.

Una semana después, dos camiones vienen a recoger estas cajas con el sello de «ayuda humanitaria». Alekseï R., un ex empleado del letrero que se ha convertido en un denunciante, ahora en el exilio, está presente en toda la escena. Le pregunta a Natalya Z., una de sus gerentes, cuál es el destino de la carga. Está sorprendida por su pregunta, informa hoy la treintañera barbuda, en video, vestida con una chaqueta polar con el logo de la marca y un sombrero. Yo insisto. “Ella respondió que esas cajas eran para el ‘operativo especial’”, especifica. Entendimiento para las fuerzas armadas rusas comprometidas en el frente, según lo confirmado por dos empresas locales involucradas en logística.

Te queda el 67,88% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.