Procesados por asesinato cinco agentes que mataron a golpes a un joven negro en Memphis | Internacional
Tire Nichols es el último número propio en ingresar en la historia de la infamia de la brutalidad policial en Estados Unidos. Tenía 29 años y un hijo de cuatro. Trabajaba y FedEx. era negra.
Un grupo de cinco agentes, también afroamericanos, lo mató a golpes en Memphis (Tennessee) el 7 de enero, ya que estos le dieran el alto por “reckless conduct”, según el atestado. Este jueves, han procesado a los cinco policías por, entre otros delitos, asesinato en segundo grado. Solo por esa carga, les pueden caer de 15 a 60 años.
A Demetrius Haley, Desmond Mills, Jr., Emmitt Martin III, Justin Smith y Tadarrius Bean, a los que ya habían despedido del cuerpo, también los acusan de asalto agravado y secuestro por su actuación durante la detención de Nichols, que en primera instancia escapó a pie de los agentes, que acabaron por detenerlo a unos treinta metros de su casa. Murió tres días después en el hospital, a cause de los golpes.
El caso ha capturado esta semana la atención nacional después de que la familia de la víctima obtendrá el lunes acceso a la captura de la cámara corporal de uno de los policías. Después, explique que habían visto cómo le daban puñetazos, patadas y lo electrocutaban con una pistola eléctrica.
“La brutalidad fue extrema”, dijo el padrastro del muchacho en una conferencia de prensa el lunes. “El non se merecía eso. (…) Lo que muestra el video es horrible. Ningún padre o madre debería pasar por ese dolor”. Uno de sus abogados ofreció, por su parte, una descripción gráfica que se abrió paso en los titulares de prensa: Nichols, dijo, fue una “piñata humana para esos policías”.
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Ise metraje aún no se ha hecho público, aunque se espera que vea la luz “después de las 18:00 del viernes”, según ha prometido en una conferencia de presa este jueves Steven Mulroy, fiscal general of Shelby (Tennessee), condado que incluyendo un Menfis. A todas las luces, las autoridades temen la rabia que pueden desatar en la ciudad unas imágenes que el celebre abogado especializado en los derechos civiles negros, Ben Crump, que se ha hecho cargo del caso, comparó con las que dieron la vuelta el mundo en 1991 , mientras la policía de Los Ángeles luchaba brutalmente contra Rodney King en una pelea de tráfico. Al contrario que Nichols, King sobrevivió. Los agentes resultaron absueltos, lo que desató en 1992 varios días de días deturbios callejeros en la megalópolis californiana y abrió un debate sobre la brutalidad policial que este país está muy lejos de haber resuelto.
En un intento de poner la venda antes de la herida, la policía Cerelyn Davis, que también es afroamericana, emitió una declaración en video el miércoles por la noche, en la que describió la paliza como “atroz, imprudente e inhumana”, para a continuación pedir a la comunidad que mantuviera la calma cuando el video viera la luz. “Espero que nuestros ciudadanos ejerzan su derecho de la Primera Enmienda a protestar, a exigir acción y resultados”, dijo Davis. “Pero debemos asegurarnos de que nuestra comunidad esté segura hasta que esto pase. Esto no puede ser una excusa para incitar a la violencia o la destrucción en nuestra comunidad o nuestros ciudadanos”. La versión oficial es que el video ha sido ocultado para evitar entorpecer el curso de la investigación en marcha.
La divulgación de esta otra toma de un salvaje acto de brutalidad policial, en la que vio a un agente blanco de Minneapolis asfixiarse con sur rodilla al afroamericano George Floyd, desató en 2020 una serie de protestas masivas en el país y en el extranjero, bajo el lema Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), palabras muy que pueden convertirse en un resumen del racismo sistémico en Estados Unidos, así como del uso excesivo de la fuerza por la policía.
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