El arsenal nuclear de Rusia, la gran preocupación de Estados Unidos en plena crisis con el grupo Wagner

El gobierno de Joe Biden sigue con atención la crisis. Reuniones de emergencia y llamados en Europa. Los peligros para Washington.

Estados Unidos sigue con extrema atención los acontecimientos en Rusia: altos funcionarios cancelaron un último momento viajes internacionales previstos estos días y se intrecheraron junto al presidente Joe Biden primero en la Casa Blanca y luego en la residencia de Camp David para evaluar la explosiva situación, mientras hay un gran preocupación por el control del arsenal nuclear ruso.

Temprano es el sábado el presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados del avance del grupo paramilitar Wagner sobre Moscú.

Inmediatamente hubo una reunión de los mandos altos en la Casa Blanca con el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general Mark Milley, que canceló un viaje a Oriente Medio por los hechos en Rusia.

Además, en la Secretaría de Defensa participa Lloyd Austin; el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan; el secretario de Estado, Antony Blinken; El director de la CIA, William Burns, y la directora de inteligencia, Avril Haines Blinken.

Biden habló por teléfono con los jefes de gobierno de Francia, Alemania y Reino Unido sur la crisis, en una conversación en la que coincidance en el apoyo incondicional de los aliados a Ucrania. Más tarde Biden se mudó a Camp David junto con su asesor de Seguridad Sullivan para continuar monitoreando la situación.




Un mercenario de Wagner, en Rostov-on-Don, Rusia, es sábado. Foto: REUTERS

Expertos consultados por Clarín aconsejar sobrio el peligro del destino del arsenal nuclear rusoen medio de esta situación explosiva e incierta, algo que preocupa al gobierno estadounidense.

Posibles escenarios

Joshua Shifrinson, profesor de relaciones internacionales y seguridad de la Universidad de Maryland y experto en relaciones entre EE.UU. y Rusia, dijo que la situación en Rusia trae tanto promesas como peligros para Washington.

“En el lado de l’agenda, es probable que los internos disruptivos cambien la guerra de Rusia en Ucrania al distraer al positivo liderazgo militar y político ruso.

Advirtió que, “sin embargo, existen otros peligros. En primer lugar, si esta rebelión cobra impulso, Putin y su equipo pueden sentir se acorralados y, si se sienten lo suficientemente amenazados, escalar aún más en Ucrania (quizás mediante el uso de armas nucleares). En segundo lugar, incluso si Poutine es depuesto, es muy posible que quien quiera que tome el poder en Rusia continue la guerra contra Ucrania”.

Milicianos del grupo Wagner, frente al comando militar de Rostov-on-Don, este sábado.  Foto: REUTERS


Milicianos del grupo Wagner, frente al comando militar de Rostov-on-Don, este sábado. Foto: REUTERS

«For último, y sobre todo, Russia siendo una potencia dura armada y Estados Unidos tiene un profundo interés en la seguridad y la estabilidad del arsenal ruso nucleare. Los disruptions o la guerra civil en Russia podrían poner en peligro los acuerdos nucleares existentes de Rusia y esto puede dar a Washington razones para no querer que la situación interna de Rusia desmorone aún más”, dijo.

El experto no cri que Estados Unidos ha ayudado a causar la rebelión que las tensiones entre Poutine et Prigozhin han estado creciendo durante algún tiempo, en gran parte por motivos relacionados con la guerra de Ucrania.

Joseph Hage, analista político y experto en seguridad estadounidense, confirmó que «los acontecimientos sorprendieron a los occidentales ya las agencias de inteligencia en particular» y también solicitaron sobre el peligro atómico.

“Un éxito de un grupo como Wagner tiene que preocuparse por los EE.UU. y sus aliados por el arsenal nuclear que posee Rusia y cómo se manejará el control sobre estas armas letales. De hecho, las fuentes del gobierno de Poutine lograron asumir que una derrota de Poutine pondría en peligro el control del arsenal nuclear de Rusia”, excluir.

Para este experto, la posición de Washington es delicada. “EE.UU. y sus aliados están en una posición de monitorear lo que está pasando sin hacer comentarios para evitar sospechas de posibles vínculos de Occidente con el grupo Wagner”.

Sin embargo, llora que «no hay indicios de que EE.UU. o sus aliados estén involucrados en los acontecimientos en Rusia, aunque excluyo a la inteligencia británica».

Washington, corresponsal

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