El Gobierno palestino dimite golpeado por la guerra en Gaza y la falta de unidad interna | Internacional

El Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha anunciado este lunes su renuncia ante el presidente Mahmud Abbas. La decisión de la salida del gabinete se ha tomado en medio de la crisis agravada por la actual guerra que sacude a la región desde octubre y que roza ya las 30.000 víctimas mortales en Gaza. Coincide también con un ascenso de la popularidad de Hamás en Gaza y Cisjordania en detrimento de la ANP a raíz del ataque que sirvió de detonante de la contienda. El primer ministro palestino, Mohamed Shtaye, encargado de comunicar la renuncia al presidente, sin aludir directamente a la milicia que gobierna la Franja, ha expresado que las autoridades han de buscar una base de mayoría amplia sobre la que levantar un nuevo gobierno que sea capaz de afrontar los nuevos desafíos generados ante el futuro que le depara a Gaza.

“Esta decisión se produce a la luz de los acontecimientos políticos, económicos y de seguridad relacionados con la agresión contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y la escalada sin precedentes en Cisjordania, incluida la ciudad de Jerusalén”, señaló el primer ministro palestino. Shtaye hace referencia a la espiral de violencia que no solo afecta al principal escenario de la guerra, sino también al resto de territorios palestinos, como Cisjordania y Jerusalén Este.

En su comunicado de dimisión, el primer ministro palestino ha denunciado “un ataque feroz y sin precedentes [de Israel], el genocidio, los intentos de desplazamiento forzado, la hambruna en Gaza, la intensificación del colonialismo, el terrorismo de los colonizadores”, así como el “estrangulamiento financiero sin precedentes” que sufre la región, según ha recogido la agencia oficial palestina Wafa.

Fatah, la facción palestina que controla la ANP, y Hamás no han escondido en los últimos meses que han de acercar posturas y cerrar filas frente a la amenaza israelí. Con el intento de lograr un gobierno de unidad, ambas partes tienen previsto reunirse este miércoles en Moscú. “La dimisión del gobierno de Shtaye solo tiene sentido si se inscribe en el contexto del consenso nacional”, señaló a la agencia a Reuters Sami Abu Zuhri, alto funcionario de Hamás.

La ANP se queda sin Gobierno en un momento en el que desde la comunidad internacional se trabaja para conseguir un nuevo acuerdo para el alto el fuego tras el logrado en la última semana del mes de noviembre, que permitió liberar a más de un centenar de rehenes a cambio de prisioneros palestinos de cárceles israelíes. Los contactos son intensos desde hace semanas en París, El Cairo y Doha entre los principales países mediadores (Estados Unidos, Qatar y Egipto), así como las partes en conflicto, Israel y Hamás.

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El papel de la ANP

Desde el comienzo de la guerra, la participación o no de la ANP en el futuro de Gaza ha sido objeto de todo tipo de conjeturas. Tras semanas en las que Netanyahu se negaba a aceptar su intervención, este acabó admitiendo que es imposible no llenar el vacío de poder en la Franja, una vez expulsado Hamás, sin ellos.

La dimisión del Ejecutivo se apoya en motivos políticos, económicos y de seguridad relacionados con “la agresión contra el pueblo palestino”, ha señalado este lunes el primer ministro. Shtaye ha aludido asimismo a la campaña emprendida por Israel contra la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), la negación de los acuerdos firmados con anterioridad o la creciente anexión de tierras palestinas.

Todas estas circunstancias, bajo la actual coyuntura bélica, requieren de una renovada autoridad que pueda hacer frente a los nuevos “desafíos” que emergen de la actual situación generada en Gaza, entiende Shtaye. El primer ministro palestino hace un llamamiento para conseguir la “unidad nacional”, así como la “necesidad urgente de un consenso intrapalestino” amplio, es decir, que albergue distintas posiciones, aunque no cita expresamente a los islamistas de Hamás.

La popularidad de este grupo ha crecido en la Franja, que gobierna desde su victoria electoral en 2006 y controla en solitario desde un año más tarde, pese a la enorme ola de destrucción y al desastre humanitario al que han sido sometidos sus habitantes por la ofensiva israelí. En Cisjordania, los partidarios de los islamistas prácticamente se han cuadruplicado con la guerra, como reflejó en diciembre un sondeo del Centro Palestino de Políticas e Investigación de Encuestas (PSR, en sus siglas en inglés), hecho en colaboración con la Fundación Konrad Adenauer.

La contienda, que comenzó el 7 de octubre después de que Hamás asesinara a unas 1.200 personas en el peor ataque cometido contra Israel en sus 75 años de historia, se cobra de esta forma sus primeras víctimas políticas. La guerra estalló en un momento delicado tanto para Abbas, de 87 años, cuyo papel estaba ya estaba en entredicho desde antes. El líder de Fatah, formación mayoritaria de la ANP, va camino de las dos décadas sin someterse al escrutinio de las urnas. La contienda también estalló cuando el líder del Gobierno israelí salido de las urnas a finales de 2022, el primer ministro Benjamín Netanyahu, estaba también bajo presión. Lo ocurrido en estos casi cinco meses no ha hecho más que erosionar el papel de ambos.

Un prominente miembro del comité central de Fatah, Abbas Zaki, de 81 años, ya dijo durante una entrevista con EL PAÍS el pasado noviembre que “el futuro pasa por la unidad de las diferentes fuerzas palestinas”. Reconocía que la popularidad de Hamás “es mayor ahora”, aunque, a su entender, eso no significa, que los islamistas vayan a ser capaces de hacerse con las riendas del Gobierno en Cisjordania. La renuncia este lunes del gabinete abre la puerta a que unos y otros midan sus fuerzas. La comunidad internacional ve con recelo un posible mayor protagonismo de Hamás en el aparato de poder palestino, lo que supondría un lastre para el final de la guerra y la consiguiente pacificación y reconstrucción de la Franja.

El primer ministro Shtaye afirma que fue el martes de la semana pasada cuando presentó su dimisión al presidente y que finalmente este lunes lo ha hecho por escrito durante la reunión semanal del gabinete. Desde entonces, algunos rumores sobre la dimisión del Ejecutivo habían saltado a la prensa.

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