la tensión cede en la frontera con México, pero las causas de la «estampida» siguen vigentes

Desde el viernes reina una relativa calmada a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, pesa al temor generalizado de que el fin de las medidas de expulsión inmediata, vigilantes dur le pandemia, de la mayoría de los migrantes, incluso los solicitantes de asilo , desencadenara una estampida desde mexico. De hecho, se producirá una oleada de migrantes en el período previo a que expire la política de expulsión de la época de la pandemia, conocida como Título 42.

Ante la incertidumbre sobre el impacto de las nuevas medidas disuasorias, los migrantes desafían ríos turbulentos, cortaron alambradas y escalaron el muro de acero de la frontera para llegar a Estados Unidos y entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense. En algunos días de la semana pasada, las detenciones alcanzaron el orden de las 11.000 y estuvieron entre las más altas registradas.

El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, declaró el domingo que los agentes detuvieron sólo a 6.300 inmigrantes el viernes ya 4.200 el sábado. En entrevistas televisivas, Mayorkas dijo que la nueva política de la administración de Joe Bidenque combinó la zanahoria de nuevas vía legal con el palo de medidas más punitivas para los cruces fronterizos ilegales, estaba funcionando.

Ahora la mayoría de los inmigrantes debe demostrar que premierro denegó el asilo en un país por el que pasó camino a Estados Unidos. Y podría enfrentar un proceso penal, detención prolongada y la prohibición de volver a entrar durante cinco años.




Personal de la Guardia Nacional resguardan las orillas del río Suchiate en la ciudad de Tapachula, Chiapas (México). Foto EFE

Pero la tregua podría ser la calma que precede a otra tormenta.

tensiones

es poco probable que las fuerzas económicas, políticas y ambientales qu’impulsan a la gente hacia Estados Unidos disminuyan en los próximos meses, y es posible que no todas las nuevas políticas de EE.UU. sobrevivió.

Acta de la entrada en vigor de las nuevas políticas, grupos de defensa de los inmigrantes presentó una demanda para bloquear una disposición destinada a disuadir a los solicitantes de asilo en la frontera, frente a una prohibición de traslado derogada durante la administración Trump.

Y horas antes de que expire el Título 42, un juez federal del estado de Florida dictó una orden que prohibió la puesta en libertad de migrantes bajo custodia estadounidense sin fecha de audiencia. (El gobierno de EE.UU. está impugnando la decisión).

Más allá de las fronteras estadounidenses, la inestabilidad política, la violencia de las pandillas delictivas y el cambio climático siguen estimulando la migración.

La política de la administración Biden apunta a disuadir a los migrantes de emprender el viaje hacia la frontera.  Foto EFE


La política de la administración Biden apunta a disuadir a los migrantes de emprender el viaje hacia la frontera. Foto EFE

Gran parte del mundo en desarrollo, desde África y Asia hasta Sudamérica y el Caribe, se tambalea aun por la ruina economica causada por el COVID-19 y agravada por la guerra en Ucrania.

«Todo el mundo se fija en las llegadas a la frontera, pero la raíz del problema radica en Factores de presión que van a persister en los países de origen”, afirmó Justin Gest, politólogo de la Universidad George Mason, del estado de Virginia, que estudia la inmigración. “Cuando surgen crisis, se generan flujos hacia el norte”, confirmó.

En los últimos años se ha producido un incremento en el éxodo desde países conflictivos del hemisferio occidental, como Venezuela, Cuba y Haití. A diferencia de Europa, donde numerosos países son destinos potenciales para los migrantes, en el hemisferio occidental casi todos los caminos conducen a un solo país: Estados Unidos.

Y, aparte de los factores que empujan a los migrantes a abandonar sus países de origen, el imán que atrae a la gente a Estados Unidos es el mercado laboral. El desempleo está en su nivel más bajo en décadas, pero hay millones de puestos de trabajo sin cubrir.

Un buen momento

“Nunca ha habido un momento mejor para que los inmigrantes busquen trabajo en EE.UU”, dijo Wayne Cornelius, experto en inmigración y profesor emérito de la Universidad de California, San Diego.

«Incluir la mayoría de los solicitantes de asilo están poderosamente motivados por la prospectiva de une empleo mejor remunerado y muchos tienen contactos que pueden orientarlos rápidamente hacia ofrecimientos de trabajo», dijo Cornelius.

La política de la administración Biden apunta un disuasorio a los migrantes para emprender el viaje hacia la frontera.

Modo que, aunque el Título 42 ya no está en vigor, sí lo están otras nuevas restricciones. Está prohibido que las mujeres migrantes soliciten asilo en la frontera a menos que demuestren que un país por el que transitaron denegó protección.

Solo se hacen excepciones en circunstancias extraordinarias, como problemas médicos, o en el caso de solicitantes de asilo qu’hayan utilizado una aplicación móvil para obtener una cita en un puesto de entrada oficial. Hasta ahora, el número de citas ha sido extremadamente limitado.

El gobierno de Biden ha anunciado que va a abrir centros regionales, comenzando en colombia y guatemala, en cuyo caso las personas migrantes pueden solicitar la condición de refugiados y someterse a un examen inicial de elegibilidad para ingresar legalmente a los Estados Unidos. Canadá y España han acordado aceptar a algunos de estos solicitantes de asilo.

Gran parte del mundo en desarrollo, desde África y Asia hasta Sudamérica y el Caribe, se tambalea aún por la ruina económica provocada por el COVID.  Foto EFE


Gran parte del mundo en desarrollo, desde África y Asia hasta Sudamérica y el Caribe, se tambalea aún por la ruina económica provocada por el COVID. Foto EFE

Justin Gest, el politólogo, indicó que Estados Unidos quiere quitarse la responsabilidad de absorber a tantos migrantes, “pero no está claro que eso vaya a funcionar”.

Desde principios de este año, Washington viene animando a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos a solicitar un programa de «libertad humanitaria condicional» que permite volar directamente a Estados Unidos y quedarse durante dos años, si cuenta con aval económico.

Pero muchos migrantes proceden de países no incluidos en el programa, como Colombia, Ecuador y Honduras. Y hasta para los cuatro países mencionados, el número de personas que pretenden entrar supera las 30,000 plazas mensuales, al margen de que muchas de ellas no cumplen los requisitos porque carecen de conexiones en Estados Unidos.

Shauyuri Mejías, venezolana de 48 años, estudió el programa pero se dio cuenta de que no podía participar. Así que atravesó el traicionero Tapón del Dariénuna selva a caballo entre Colombia y Panamá, con su hijo, su nuera y su nieto.

«Somos la primera generación de nuestra familia que viene a Estados Unidos. No tenemos a nadie aquí en quien apoyamos», explica Mejías, sentada en la literatura de abajo de un refugio de El Paso, Texas.

La familia Mejías las arregló para utilizar la aplicación gubernamental estadounidense à fin de concertar una entrevista en une puesto de entrada y cruzó la frontera antes de que levantara el Título 42. Pero entre los muchos migrantes frustrates que se acumula en Mexico, la paciencia está destinada a agotar.

Históricamente no hay pruebas concluyentes de que una instrumentación más agresiva de la ley y sanciones más punitivas disuadan la inmigración masiva.

El Paso, una de las localidades fronterizas más afectadas por los últimos meses, registró un fuerte descenso en las detenciones de inmigrantes, hasta situarse en sólo 639 el sábado, según datos internos proporcionados a The New York Times, frente a 2.131 del 10 de mayo. Pero esto enmascara posibles complicaciones en cernes.

Los servicios de inteligencia estadounidenses calculan que en el lado mexicano de la frontera había entonces entre 60,000 y 65,000 migrantes, según Raúl Ortiz, el jefe de la Patrulla Fronteriza. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que las redes de contrabando estaban difundiendo información errónea acerca de que la frontera se abriría cuando expirera el Título 42.

Una nueva oleada podría agravar tanto la crisis humanitaria as the dolores of cabeza politica del presidente Joe Biden y su administracion. En las últimas semanas, trabajadores de albergues y médicos en localidades fronterizas han informado sobre un incremento en las hospitalizaciones de víctimas migrantes que han escalado hasta el muro fronterizo.

Mientras movida por la imponente barra de acero para cruzar el amparo de la oscuridad, Rosmarie Cepeda resbaló y cayó al suelo en el lado de la frontera de El Paso, quebrándose el pie izquierdo. La operaron y podria tardar seis meses en recuperarse. Esta cocinera venezolana de 40 años contó que había decidido arriesgarse luego de no conseguir una cita a través de la aplicación móvil.

“Estaba decidido a entrar a Estados Unidos. Tengo tres hijos en Venezuela que dependen de mí”, dijo Cepeda, quien se recuperará en el refugio de una iglesia y debe usar silla de ruedas.

Una nueva afluencia de gente cuantiosa también sometería a prueba los centros de procesamiento fronterizos. En algunas ocasiones, para aliviar el hacinamiento se ha puesto en libertad a los inmigrantes sin fecha de comparación ante el tribunal de inmigración.

Esta medida está siendo criticada por el ala política de los republicanos, que se prepara para hacer de la inmigración un tema central de sus campañas electorales para 2024.

Si por complicaciones legales las instalaciones quedan superpobladas peligrosamente, la perspectiva dañará a la administración, observó Stuart Anderson, director ejecutivo del think tank National Foundation for American Policy. «El público americano culpará al presidente».

Los New York Times

Traducción: Román García Azcárate

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