Orange y MásMóvil abren una nueva era de competencia, con Telefónica como segunda operadora | Empresas

Logotipos de MásMóvil y Orange.Agencia Getty (Anadolu Agency)

Orange y MásMóvil han recibido este martes la autorización, con condiciones, de la Comisión Europea, para seguir adelante con su fusión valorada en más de 18.600 millones de euros. La operación supone el inicio de una nueva era en el sector español de las telecomunicaciones, inmerso en los últimos años en inacabables guerras de tarifas, que han provocado una fuerte caída de los ingresos en las últimas décadas.

El escenario es inédito. La nueva Orange-MásMóvil será la primera teleco en clientes de móvil, con más de 30 millones, y banda ancha fija con 7,3 millones, muy por encima de Telefónica, que, por vez primera en su historia, deja de ser el operador líder en estos segmentos, si bien seguirá siendo la primera teleco en ingresos, generación de caja, despliegue de fibra o televisión.

En buena medida, Orange-MásMóvil pasa a ser la dominante y Telefónica deberá competir en un mercado nuevo, para lo que ya ha pedido un cambio en la normativa que elimine o reduzca las obligaciones regulatorias. Y todo en un escenario de cambio en Telefónica, a las puertas de su centenario, con la entrada en el capital de la saudí STC y el retorno del Estado al accionariado, 27 años después de su privatización.

No es el único cambio. El tercer operador, Vodafone España, va a pasar a manos de Zegona, en una adquisición valorada en 5.000 millones de euros, que supondrá el adiós del grupo británico al mercado español.

La cuestión principal que se maneja en el sector es saber cómo afectará esta concentración entre Orange y MásMóvil a la competencia. A lo largo de los últimos dos años, las portabilidades móviles y fijas se han reducido levemente, un 6% en diciembre, último mes contabilizado, si bien todavía se contabilizan más de medio millón de cambios de operador mes a mes.

La fusión entre Orange y MásMóvil, segundo y cuarto operador nacional, iba a suponer una reducción del número de telecos de red, con una suavización de la competencia. Pero, con el nuevo escenario, esta estructura del sector no va a cambiar tanto.

Digi va a pasar de quinto a cuarto operador, ocupando la posición que tenía MásMóvil. La teleco rumana, respaldada por los activos sobrantes o remedies de la nueva fusión, 60 MHz de espectro móvil de la antigua Yoigo y un acuerdo opcional de roaming nacional con 5G, tiene una posición mucho más fuerte que la que tenía la propia MásMóvil cuando se quedó con los remedies de la fusión de Orange y Jazztel en 2015. MásMóvil, que se convirtió en aquel momento en el cuarto operador, apenas tenía fibra y todavía no había adquirido Yoigo.

Digi, líder absoluto en las portabilidades en los últimos años, contaba con 6,1 millones de líneas a final de septiembre, gracias a sus agresivas tarifas low cost, de las que más de 1,24 millones eran de fibra. Durante los últimos años, la operadora no ha dudado en bajar precios, contraponiendo a las grandes compañías, cuando subían tarifas para compensar la inflación, lo que obligaba a otros rivales a responder.

Además, el mercado está muy pendiente de las decisiones comerciales de Zegona, una vez que asuma el control de Vodafone España, que no ha dejado de perder clientes en el último lustro; sólo en 2023, perdió casi 600.000 clientes en portabilidad. La apuesta de Zegona puede pasar por lanzar tarifas más agresivas para tratar de recuperar cuota, lo que se traduciría en un calentamiento del mercado.

De los movimientos comerciales que puedan hacer Digi o Zegona vendrán las respuestas de compañías como Finetwork o Avatel, así como de las grandes compañías, que han apostado por lanzar 5G en sus marcas low cost.

Un agravamiento de la competencia sería muy mala noticia para Telefónica, que tiene en España su principal mercado, siempre bajo vigilancia de los inversores, y para Orange que, en su nueva posición de predominante, debe defender una amplia base de clientes.

De momento, tanto Digi como Zegona tienen el favor de los inversores. La teleco rumana ha batido este martes su máximo histórico en Bolsa, mientras que la gestora británica hizo lo propio este lunes.

Además de todo lo anterior, la fusión de Orange y MásMóvil puede ser un detonante de nuevas operaciones de consolidación en el sector de las telecos. Las miradas se centran en compañías como Finetwork, Avatel e incluso Vodafone España, además de los operadores de fibra. Además, puede ser el punto de partida para más fusiones en otros países. De hecho, todo el sector en el Viejo Continente estaba pendiente de la decisión de Bruselas.

Otro de los efectos de la fusión de Orange y MásMóvil se verá en el mercado mayorista. El citado acuerdo de roaming entre Orange y Digi abre la puerta a un cambio de proveedor mayorista para la operadora rumana, que en su despegue en España ha utilizado las infraestructuras, tanto fijas como móviles de Telefónica. En este ámbito, el sector está a la espera de la decisión de Finetwork, que puede dejar a Vodafone España, su actual socio de redes, para irse con otra de las grandes operadoras.

En definitiva, el sector vive una era de total transformación, con cambios de profundo calado en todos los actores, que ya analizan sus futuras estrategias.

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