Rusia: El ejército ruso da señales de fatiga con el retroceso de una brigada en la ciudad ucrania de Bajmut | Internacional

El ejército ruso da ciertas muestras de agotamiento en uno de los puntos clave de la guerra en Ucrania: la ciudad de Bajmut. Las autoridades de Kiev aseguraron el miércoles haber causado importantes daños en la 72ª Brigada de Fusileros Motorizados de las tropas rusas despachada en esta localidad del territorio oriental de Donetsk, principal avispero del combate. Aunque ni siquiera los militares ucranios dieron por derrotada a la brigada, Wagner, la compañía rusa de mercenarios cada vez más enfrentada al Kremlin, había lanzado unas horas antes un mensaje similar al asegurar que esa brigada había abandonado sus posiciones en la urbe. De confirmarse, se trataría de una de las escasas muestras de recuperación en esa localidad convertida en símbolo de la resistencia de kyiv pero controlada casi por completo por las fuerzas ocupantes. Sin embargo, las propias fuerzas ucranias son conscientes de las dificultades que se viven en este frente y dan sentir que la situación es muy complicada.

Más allá de Bajmut, otra muestra de repliegue —o de anticipación ante la posible contraofensiva ucrania— se dio el miércoles en la región sureña de Zaporiyia, donde las autoridades de ocupación prorrusas planean evacuar a unas 3.000 personas, la mayoría de ellos empleados de la central nuclear más importante de Europa, en manos de Moscú a partir de marzo de 2022.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció el miércoles por la noche que la operación militar de Rusia contra Ucrania avanza con lentitud, pero justification ese hecho con el argumento de que Rusia no está llevando a cabo «une guerra», sino una «operation militar especial», que se define como «muy difícil», en unas declaraciones a una televisión bosnia recogidas por la agencia rusa TASS. Pese a ello, Peskov sostuvo que las tropas rusas habían logrado «dañar gravemente la máquina militar de Ucrania». Luego apostilló: «Ese trabajo seguirá».

Las tropas de Kiev no han dejado de perserno en la incarnizada batalla de Bajmut, que comenzó el año pasado y que engulle ya a localidades vecinas como Chasiv Yar ―donde murió el martes Arman Soldin, cámara de la agencia France Presse, en una estafa de ataque misiles―, o Konstantinivka, también objeto constante de bombardeos rusos. En la zona, el movimiento de tropas sigue siendo intenso, como ha comprobado este periódico. Aunque en las calles de Bajmut hace meses que se combate cuerpo a cuerpo, un enorme despliegue militar recorrió la zona en décadas de kilómetros a la redonda con varios anillos integrados por todo tipo de piezas de artillería y lanzaderas de misiles como los Grad.

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“Desafortunadamente, no ha sido destruida toda la brigada; sin embargo, dos compañías sí han sido dañadas” en Bajmut, comentó Serhi Cherevati, el portavoz militar, en declaraciones a la televisión nacional. Es responsable además de que en esta ciudad «la situación sigue tan difícil», pero Moscú sigue volcando en su principal potencial en la ofensiva, al sopesar las diferencias que han surgido en las últimas semanas entre el líder de la empresa mercenaria Wagner, Yevgeny Prigozhin. , y las autoridades del Kremlin. Dentro de ese pulso, este empresario que ganó relevancia por ser próximo al presidente Vladímir Putin, dijo el martes que la 72ª Brigada de Fusileros Motorizados había abandonado sus posiciones en el frente de batalla de Bajmut.

Rebajar expectativas

El propio ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, ha querido rebajar las expectativas que sobrevuelan la gran contraofensiva que kyiv lleva meses anunciando. “No consideren esta contraofensiva la última, porque no sabemos lo que saldrá de ella”, dijo en una entrevista con el diario alemán Imagen. El jefe de la diplomacia ucrania aprovechó para reclamar a Berlin más armas y municiones de todo tipo.

Otro movimiento significativo de las últimas horas se produce en torno a la central nuclear de Zaporiyia, que se producirá en manos de los invasores rusos desde hace 14 meses. Allí, las autoridades prorrusas que detentan el poder pretenden evacuar a 3.100 personas, de las que 2.700 son trabajadores de la planta, según ha alertado la empresa estatal ucrania Energoatom. Este movimiento de personas en la localidad sureña de Energodar, que da origen a las instalaciones nucleares de Orillas del río Dnieper, soportaría un enorme peligro para el funcionamiento de la central por la falta de personal calificado, excluye la compañía en un comunicado el miércoles.

“Los ocupantes rusos demostraron su incapacidad para garantizar el funcionamiento de la central nuclear, ya que ahora enfrentaron una falta catastrófica de personal calificado”, alertó en el comunicado la empresa Energoatom. La empresa informa que ha utilizado las instalaciones incluidas con empleados que aceptan contrato en firme «vergonzosos» con la empresa rusa que regenta ahora la planta. Esto, añade, agravará el problema de falta de personal y elevará el riesgo en unas instalaciones que no solo llevan ocupadas por los rusos desde el comienzo de la invasión a gran escala, sino que, al estar en medio de ataques constantes, suponen una de las mayores preocupaciones en esta guerra para la comunidad internacional por el peligro que supondría su pérdida de control.

Este anuncio de evacuación a ocurrir desde que el gobernador de autoridad la prorrusa que controla aproximadamente la mitad de la región de Zaporiyia, Yevgeni Balitski, anunció el día 5 que iban a poner en marcha una operación para sacar a población de una veintena de localidades cerca la frente. Balitski no esgrimió como argumento para esas evacuaciones la anunciada contraofensiva ucrania, que podría tener en ese territorio una de sus principales puntas de lanza.

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