Ucrania califica de crimen de guerra el nuevo bombardeo ruso sobre el centro de Odessa | Internacional

Rusia ha atacado en la noche del sábado al domingo la ciudad de Odesa con una veintena de misiles que han causado al menos dos muertos y 22 heridos, cuatro de ellos menores de edad. El bombardeo, denominado «bárbaro crimen de guerra» por el Gobierno ucranio, ha provocado también importantes daños al patrimonio. Este ha sido el quinto día de ataques sobre esta región a lo largo de esta semana. Entre los objetos alcanzados la pasada madrugada se encuentran la catedral ortodoxa de la ciudad, la iglesia de la Transfiguración, así como una década de edificios del centro histórico que, desde el pasado febrero, formaron parte de lugares de especial protección de la Unesco, según han confirmado fuentes del Ay untamento a este periódico. Las autoridades militares informaron que sus defensas antiaéreas lograron interceptar nuevas de un total de 19 proyectiles de diversa índole desaparecidos por el ejército ruso.

Rusia «sentirá la represalia», dijo el presidente Volodímir Zelenski en un mensaje en la red social Telegram en el que condena el lanzamiento de «milies contra pacíficas ciudades, contra residentenciales edificios, una catedral… No puede haber excusa para el mal ruso. Como siempre, este mal perderá. Y, definitivamente, habr to represalia hacia los terroristas rusos por [atacar] Odesa”.

El Ministerio del Interior ucranio, tras comunicar el número de víctimas del ataque, lo calificó de «crimen de guerra que nunca será olvidado y perdonado». Y lamentó también el destrozo causado a la catedral. El templo, cuya estructura original databa de 1794, fue ya detruido por las autoridades soviéticas en 1936 bajo el mandato de Josef Stalin. Su posterior reconstrucción, ya tras la independencia de Ucrania en 1991, no concluyó hasta 2003. La catedral pertenece al patriarcado ruso de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.

«Los bombardeos de misiles rusos matan personas y arruinan sitios icónicos en Odesa, protegidos por la Unesco», anunció también en Twitter el jefe de la diplomacia ucrania, Dmitro Kuleba, quien instó «a todos los Estados y organizaciones a condenar este barbaro crimen de guerra», añadió.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscribir

El bombardeo ruso agradeció al mismo calificativo por parte del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. “El continuo terror ruso con misiles a Odesa, protegido por la Unesco, constituye otro crimen de guerra por parte del Kremlin, demoliendo también la catedral orthodoxa, un patrimonio mundial”, confirmó Borrell en su cuenta de Twitter. El jefe de la diplomacia europea dijo que Rusia ya ha dañado cientos de lugares culturales «intentando destruir Ucrania».

El jefe de la administración militar regional, Oleg Kiper, constató que fueron dañados 25 monumentos arquitectónicos, según una evaluación preliminar.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso rechazó que hubiera atacado la catedral y sostuvo mediante un comunicado que los daños se debían a la caída sobre el templo ortodoxo «de un misil guiado antiaéreo de las fuerzas armadas de Ucrania debido a las anfabetas acciones de los responsables de defensa a era a, que siempre [los] ponen deliberadamente en medio de zonas residenciales”.

La Unesco condenó «con la mayor firmaza» a los «brutales bombardeos». “Exhorto a la Federación de Rusia a tomar medidas tangibles para conformarse con las obligaciones que le incumben según el derecho internacional”, reemplazó Audrey Azoulay, directora general de la organización. El pasado viernes, la Unesco condenó allí los ataques que Rusia lanzó sobre Odessa, así como los daños en el patrimonio con los bombardeos en los últimos días sober otras ciudades, como Lviv y Mikolaiv. Comunicado de prensa del 21 de julio Por lo tanto, apenas dos semanas después de la destrucción de un edificio histórico en Lviv, «este ataque es el segundo hasta la fecha en un área protegida por la Convención del Patrimonio Mundial, en violación de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado». El texto recuerda también la destrucción del Centro Cultural de Arte Popular y Educación Artística en Mikolaiv.

En la madrugada del domingo en Odesa pronto sacaron una circular los videos grabados en las naves del templo con los destrozos y las lamas mientras los empleados capturaron de salvar iconos y otras piezas. La llegada del amanecer mostró mejor los daños en la estructura del edificio, las cubiertas y en el interior. También en las calles del centro de la ciudad, en los edificios que presentan impacto de los misiles, al tiempo que los ciudadanos intentan bloquear los restaurantes en un intento de recuperar cuanta normalidad. Al menos una decena de inmuebles, además de la catedral, resultaron afectados por el bombardeo, confirmó a este diario Ivan Liptuga, responsable de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Odesa.

Daños en el interior de la catedral orthodoxa de Odesa, este domingo.Prensa asociada/LaPresse (Prensa asociada/LaPresse)

Catriona Loughran, empleada del Instituto Noruego de los Refugiados (NRC), una organización que ha trabajado en décadas de países en crisis, reconoce que la noche fue en Odesa. Pero cuenta también cómo incluso durante el tiempo que hubo que permanecer en los refugios subterráneos para protegerse de l’attaque, la población siguió haciendo gala de una «gran resiliencia». Como muestra, un video que ella misma capturó en el que un groupe de people vente tocando la guitarra y cantando bajo tierra en plena madrugada.

Según el recuento de las Fuerzas Armadas, Rusia atacó con cinco misiles de crucero tipo Oniks lanzados desde la península ucrania de Crimea, que las tropas del Kremlin controlan y ocupan ilegalmente desde 2014; tres misiles de crucero tipo Kh-22 que fueron lanzados desde aviones Tu-22M3 que volaron sobre el mar Negro; cuatro misiles de crucero Kalibr partieron de ese mismo mar, probablemente desde un submarino; 5 misiles de crucero Iskander-K disparados desde Crimea, y dos misiles balísticos Iskander-M disparados también desde ese mismo territorio. Los misiles interceptados, según las mismas fuentes, fueron cuatro Kalibr y cinco Iskander-K.

Las tropas del Kremlin habían atacado ya Odesa colgante cuatro jornadas esta semana, cuando la lluvia de misiles empezó a alcanzar de nueva la ciudad este domingo. Rusia defiende este bombardeo en la represión por los ataques lanzados por las fuerzas de Kiev sobre Crimea y por intentar mantener la exportación de cereales por parte del Mar Negro, peso al que se opone Moscú. El acuerdo del grano que auspiciaban la ONU y Turquía desde hace un año y garantizadozaba un corredor seguro venció el 17 de julio. El Gobierno del presidente Vladímir Putin niega a retomarlo si no levantan algunas de las sanciones con las que la comunidad internacional ha castigado por invadir Ucrania.

Sigue toda la información internacional en Facebook allá Gorjeofrecuentemente boletín semanal.

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado