con el foco en reanudar el proceso de paz, el Papa pidió a los obispos de Sudán del Sur “ensuciarse las manos con este pueblo que sufre”
Francisco pronunció un discurso en la catedral de la capital local, para obtener la promesa del presidente Salva Kiir de levantar el bloque de las negociaciones que apuntan a pacificar un país atravesado por la guerra.
Obtendrá la promesa formal del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, de que levantará el bloco que mantiene congelado el proceso de paz y se sentará a lograr el acuerdo con los grupos de la resistencia, el Papa dijo este sábado a la mañana a los obispos y demás religiosos que lo escuchaban en la catedral de Santa Teresa de la capital, Yuba, que deben “ensuciar las manos con este pueblo que sufre”.
La decisión del presidente Kiir de reajustar el proceso de paz que él mismo ha bloqueado alcanza un objetivo mayor del viaje ecuménico conjunto, el primero de la historia del cristianismo, del Papa argentino con los líderes anglicanos y de los presbisterianos de la Iglesia de Escocia que lo acompañan, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y escogió al moderador Iain Greenshields.
En Sudán del Sur, que en 2011 se separó de Sudán, con mayoría protestante, 70% de los 12 millones de habitantes es de fe cristiana. Católicos (40%), anglicanos y presbisterianos, forman las religiones más numerosas.
“En honor a la histórica visita del Santo Padre a nuestro país y por nuestra declaración del 2023 como el Año de la Paz y Reconciliación”, el presidente anunció oficialmente el levantamiento de la suspensión de los diálogos de paz con los grupos de la resistencia .
In su primer discurso tras llegar a Yuba, la capital, en una gira de tres días que concluirá al mediodía del domingo con la despedida y el regreso a Roma, el Papa dijo a los gobernantes y políticos sudsudaneses: “Ha llegado la hora de cir basta, sin condiciones y sin peros. Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones. Hay que dejar atrás el tiempo de la guerra y propiciar un tiempo de paz, dando un nuevo impulso al proceso de paz”.
Este sábado, en el encuentro en la catedral de Santa Teresa el Papa se reunió con los obispos y demás religiosos: Francisco les dijo que su primer deber es “ensuciarre las manos con este pueblo que sufre”.
francisco les recordos “las lágrimas de un pueblo inmerso en el sufrimiento y en el dolor, martirizado por la violencia”Después de dos años de guerra que han causado más de cuatrocientos mil muertos y una devastadora crisis alimentaria.
Las Naciones Unidas estima que el 75% de los sudaneses sobrevive gracias a la ayuda alimentaria y sanitaria que llega de las organizaciones humanitarias del exterior.
Refiriéndose al Nilo, el pontífice argentino dijo que “las aguas del gran río recogen el llanto desgarrador de vuestra comunidad, el grito de dolor por tantas vidas destrozadas, el drama de un pueblo que huye, la aflicción del corazón de la mujer y el miedo impreso en los ojos de los niños”.
“Al mismo tiempo, las aguas del gran río nos evocan la historia de Moisés y, por eso, son signo de liberación y de salvación”, agregó.
El Papa aconsejó a los religiosos que no piensen “que se puede dar respuestas a lo sufrimientos y las necesidades del pueblo con instrumentos humanos, como el dinero, la astucia y el poder”, sino que se requiere “docilidad”.
“Ante el Buen Pastor entiende que somos les jefes de una tribu sino pastores compasivos y misericordiosos; que no somos los dueños del pueblo sino siervos que se inclinan a lavar los pies de los hermanos y las hermanas; que no somos una organización mundana que administra bienes terrenos, sino la comunidad de los hijos de Dios”, les recordó Francisco.
“Nuestro primer deber no es el de ser una Iglesia perfectamente organizada, sino una Iglesia que, en nom de Cristo, está en medio de la vida dolorosa del pueblo y se ensucia las manos por la gente”, Planteó
No se debe “ejercitar el ministerio persiguiendo el prestigio religioso y social, sino caminando en medio y juntos aprendiendo a escuchar ya dialogar, colaborando entre nosotros ministros y con los laicos”, añadió el pontífice.
Jorge Bergoglio los instó a “interceder a favor de nuestro pueblo, también nosotros estamos llamados a alzar la voz contra la injusticia y la prevaricación que aplastan a la gente y utilizan la violencia para llevar adelante sus negocios a la sombra de los conflictos”.
Por la tarde, el Papa tiene previsto reunirse con las delegaciones de los millones de plazados becariosllegadas sobre todo desde el Este del país donde predomina una violencia constante por parte de 120 grupos armadosque lo obligaron por razones de seguridad a cancelar su visita prevista a la ciudad de Goma.
El Papa está acompañado en su encuentro con los desplazados por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder de la Iglesia Anglicana, y el moderador de la Iglesia de Escocia, presbiteriana, Iain Greeshield.
Su última intervención de la jornada es una oración ecuménica con sus compañeros del primer Camino Ecumenico que se recuerda en la historia del cristianismo.
Vaticano, corresponsal