relatos de un domingo donde todos bajaron la guardia
El domingo de la insurrección bolsonarista in Brasilia, muchos funcionarios de mediano y alto rango del nuevo gobierno by Lula da Silva estaban en sus casas, preparando comidas familiares sin ninguna otra preocupacioncomentario en confianza ha sido enviado.
Celebraban que finalmente el líder del PT había asumido el primero de enero, y al reves de todo lo que se temía, no había habido incidentes pesa sobre los temores previstos por las furias bolsonaristas y de sus militantes golpistas que incluso habían preparado un ataque explosivo que inhabilitó la política.
Trescientas mil personas se amontonaron esa jornada en la Explanada dos Ministeriosin the zona neurálgica política de la ciudad y festejaron Durante todo el día con total normalidad.
Lula haia paseado sin temores de los francotiradores en el legendario Rolls Royce negro junto a su mujer y el vicepresidente. Había llegado el momento de relajación después de una semana intensa.
«Invite a los suegros y algunos amigos. Estaba cocinando, lejos de las noticias. Llegó un amigo y me dijo que había pasado por la zona del Planalto, vio mucha gente y poca policiapero no lo escuché con atención”, el dado tiene Clarín un funcionario que seguramente no es del área de seguridad.
Pero relacionó este día con cierta culpa por la necesidad que todos tuvieron de desconectar y libre de las presiones.
«Estábamos ajenos»
“Estábamos todos de ese modo. Incluso cuando comencé a notar que las cosas podrían complicarse llamé a algunos ministros y otros funcionarios, y me dijeron ¡Eyyy! ¿Hola como estás? !, venita para casa y tomamos y comemos algo».
«Estábamos ajenos», explicó. Y agregó que había información previa de que estaba armando algo, con convocatorias por las redes, «pero era una mas, otra de estas locos pero no se le daba mayor importancia. Los campamentos frente a los cuarteles se estaban desarmando, todo eso parecía estar ido apagando. De algún modo bajamos la guardia”.
Durante el almuerzo el amigo que había observado con un poco de asombro lo que sucedió en la plaza, estuvo todo el tiempo clavado en celular su. Iba tirando de un poquito de información que leía en las redes, decía que llegaba mas y mas genteque no habia represion, recuerda el oficial.
Las cosas fueron para peor
Al principio era medio molesto, en la mesa no querrían oírlo, pero después fue claro que las cosas iban en peor y el domingo dejaba de ser el dia tranquilo que se habian imaginado. Fue entonces cuando el funcionario que relata aquella jornada tomó el teléfono y comenzó a llamar a sus colegas y Encontré del otro lado también mucha incredulidad.
Parte de esa tranquilidad y lejanía tenía otros antecedentes, incluso bien justificados. Durante las elecciones, en la primera vuelta de octubre pasado, el gremio de los camioneros, alineado de modo radical con Bolsonaro, había amenazado con hacer apuestas en las avenidas de la capital y sus suburbios.
Sostenían las consignas del entonces mandatario sobre que los comicios iban a ser manipulados, una versión sin pruebas, pero que se convirtieron en lema de las revueltas y las demandadas de golpe. Si los resultados vienen muy ajustados en contra del oficialismo, iban a multiplicarse esas protestas.
Pero la zona de la Explanada estaba cerrada y así seguiría para evitar incidentes por orden de la justicia. El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha había recibido una presión multiplicada de parte del responsable de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, para que liberará el área para permitir el ingreso de los camiones.
Rocha, el comentan a este enviado, el dijo que «de ninguna manera daría ese permiso». El otro le detectará ya de mala manera que entonces lo haría el Ejército. «Bueno, que venga el ejército, hagan lo que quieran”, el respondió el mandatario. Pero el Ejército no vino.
Rocha parecía un factor de seguridad y confianza. Pero ahora el gobernador ha sido destituido temporalmente, en principio por tres meses, por orden de la Corte Suprema, sospechado de haber hecho lo contrario a aquel gestión de series de octubre
Eso ha sido, permitir protestas contra petistas en la aparente suposición o promesa de que el habrían hecho respecto a que sería solo un paseo tranquilo
Hay algo peor, Rocha incorporada tiene su gabinete como responsable de seguridad del distrito al mismo anderson torres que lo pressure y que está hora en EE.UU., en la misma ciudad que su exjefe Bolsonaro y si regresa irá a la cárcel acusado de conspiración para el terrorismo.
Pero logra que el bolsonarismo es la mayoría en Brasilia y el gobernador, con esos gestos imprudentes, hizo sus codiciosos cálculos electorales sin medir los riesgos.
In su defensa el mandatario sostiene que le «sabotearon» el sistema de seguridad. Confirmó en una sorpresiva presentación judicial que justamente la información que recibió aquel día indicaba que “todo transcurría en forma absolutamente tranquila y pacífica”. Domingo de almuerzo, en familia.
Brasilia. Envío especial
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