Dos explosiones en Irán causan al menos un centenar de muertos durante un homenaje al general que mató EE UU en 2020 | Internacional

Dos explosiones han matado este miércoles al menos a 103 personas y han herido a decenas cerca de un cementerio en Irán, donde se estaba celebrando una ceremonia para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte del máximo comandante del país, Qasem Soleimani, que murió en 2020 tras un ataque con drones estadounidenses, según han informado este miércoles los medios estatales. Irán ha declarado este jueves como día de luto, tras el “ataque terrorista”.

La televisión estatal iraní ha informado primero de una explosión y luego de una segunda durante la ceremonia en la ciudad de Kermán, en el sureste del país, y ha añadido que al menos 103 personas habían muerto. El periódico semioficial Nournews ha afirmado que “varios depósitos de gas explotaron en la carretera que conduce al cementerio”. Un alto cargo anónimo ha dicho a la agencia estatal de noticias IRNA que “dos artefactos explosivos colocados a lo largo de la carretera que conduce al cementerio de los Mártires de Kermán fueron detonados a distancia por terroristas”. De acuerdo a esta agencia, la primera explosión ha ocurrido a 700 metros de la tumba de Soleimani, mientras que la segunda ha tenido lugar a un kilómetro del lugar de sepultura.

Si bien las autoridades no han señalado públicamente a ningún culpable, el ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, ha prometido una respuesta contundente. “Aquellos que cometieron estos crímenes deben esperar una respuesta fuerte y decisiva por parte de las fuerzas de seguridad de Irán”, ha dicho a la televisión estatal, añadiendo que “ahora todo está bajo control y se ha restablecido la calma”. Ningún grupo se ha atribuido todavía la responsabilidad de los ataques.

Los vídeos difundidos por los medios iraníes mostraban decenas de cuerpos esparcidos por el lugar, algunos transeúntes intentaban atender a los supervivientes y otros se apresuraban a abandonar la zona de la explosión. “Se escuchó un sonido terrible allí, a pesar de todas las medidas de seguridad y protección. Todavía estamos investigando”, ha dicho a la televisión estatal Reza Fallah, jefe de la Sociedad de la Media Luna Roja de Kermán. Un portavoz de los servicios de emergencia ha elevado la cifra de heridos a 170.

Los rescatistas de esta organización han atendido a los heridos en la ceremonia, donde cientos de iraníes se habían reunido para conmemorar el aniversario de la muerte de Soleimani. “Ahora estamos evacuando a los heridos y lesionados de la zona. La multitud es enorme y el trabajo es bastante duro, todos los caminos hasta allí están bloqueados”, ha afirmado Fallah, y ha agregado: “Nuestros equipos de respuesta rápida están evacuando a los heridos… Pero hay oleadas de multitudes que bloquean las carreteras”.

Qasem Soleimani murió en enero de 2020, a los 62 años, durante un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en el aeropuerto de Bagdad, la capital iraquí. Fue una figura clave del régimen iraní y uno de los personajes públicos más populares del país. Después de servir en la guerra Irán-Irak, de 1980 a 1988, Soleimani ascendió rápidamente y finalmente se convirtió en jefe de la Fuerza Quds, la unidad a cargo de las operaciones en el exterior de la Guardia Revolucionaria de Irán. Como comandante, llevó a cabo operaciones clandestinas en países extranjeros e impulsó una larga campaña de Irán para expulsar a las fuerzas estadounidenses de Oriente Próximo.

Líderes mundiales como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se han pronunciado ante el suceso. “Estamos profundamente entristecidos por los atroces ataques terroristas (…) Expreso mi más sentido pésame al amistoso y hermano pueblo iraní”, ha lamentado en su cuenta de X, antes Twitter. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha enviado sus condolencias a Irán y ha condenado “el terrorismo en todas sus formas”.

El ataque de este miércoles es uno de los más mortíferos que se recuerdan en Irán y el más grave de las últimas décadas. En 2022, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de un ataque mortal contra un santuario chií en el que murieron 15 personas. En 2017, cinco terroristas del mismo grupo atacaron simultáneamente la sede del Parlamento Iraní y un mausoleo, ambos ubicados en el centro de Teherán, y mataron a 17 civiles e hirieron a unas 40 personas.

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