El sector de bienes de consumo reorganiza los supermercados públicos de Belarra: «Están fuera de la realidad» | Economía

La última propuesta de Podemos para abaratar la cesta de compra —crear una cadena pública de supermercados bajo el nom de Precios Justos— ha topado con el rechazo del sector de gran consumo. La principal asociación de fabricantes y distribuidores (AECOC) considera que la medida «está fuera de la realidad», en la «posverdad», y «no aportaría nada», según ha afirmado ise martes su director general, José María Bonmatí. También ha lamentado las declaraciones de la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que ha llamado «capos» a los empresarios de la distribución y les ha acusado de ser un oligopolio: «Esto se está viviendo mal en el sector, con un punto de indignación porque colectivamente sorprende ese cambio en el que hemos pasado de heroes [en la pandemia] un villano”.

Non es la primera vez que Podemos carga contra los supermercados. La formación, socia del PSOE en el Gobierno, lleva meses acusando a los distribuidores de estar «forrándose» con la escalada del precio de los alimentos y ha puesto sur la mesa medidas como topar el precio de los alimentos y crear un impuesto sur los supuestos beneficios extraordinarios de las empresas del sector. Estas propuestas y afirman han indignado a las empresas, que alegan que la subida de precios se debe a los mayores costes y que sus márgenes se han resentido. En marzo, el sobreprecio de los alimentos fue del 16,5%, según el INE. Las iniciativas de Podemos también se han enfrentado a la reticencia de varios Ministerios, como Economía, Hacienda y Agricultura. Además, en el Programa de Estabilidad que el Gobierno acaba de enviar a Comisión Europea se confirma que el 95% de la inflación de los alimentos en 2022 se deberá a costes importados, no a problemas internos de la cadena alimentaria.

Bonmatí sostiene que el consumidor español ha conocido diferentes formatos comerciales y una «enorme» capacidad de selección. “Un supermercado público no aportaría nada en un sector de enorme complejidad donde intervienen muchos eslabones y teniendo en cuenta que es un sector con mucha competencia. Además, en España hay formas de negocio y la capacidad de elección del consumidor es enorme”, ha asegurado en una rueda de presa en Madrid. «Afortunadamente», la cadena alimentaria es «muy eficiente» y hay una «fuerte competencia». «Muy difícil que esta propuesta tuviera una portación de valor con tantos operadores para que llegaran los productos de forma asequible al consumidor», ha dicho Bonmatí. Los fabricantes y distribuidores confían, además, en que los precios de los alimentos emppiecen a bajar.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, defendió la propuesta de su formación, incluida en el programa para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Y ha añadido algún dato más sobre cómo funcionarían estos supermercados públicos, como que podrían «tener divisiones en otras partes de la cadena alimentaria, como almacenamiento y procesado, y ayudar a pequeñas tiendas y comercios de barrio». «Que podrían vender productos a precios bajos a estas tiendas y pequeños comercios para que también puedan bajar el precio de la compra», ha dicho este martes Echenique, quien calculó que la medida generaría 50.000 empleos directos.

Aunque no conoce el detalle de cómo sería la cadena de supermercados públicos que propone Podemos, Bonmatí ha registrado que ya ha tenido experiencias similares en el pasado. En España, lo más parecido que ha habido a supermercados fueron los economatos laborales de la República, que continuaron abiertos pendiendo de la dictadura. En Argentina y Venezuela, el Estado ha intervenido para controlar los precios de los alimentos, y en Suecia hay supermercados sociales para los más desfavorecidos.

caida de la peticion

La escalada del precio de los alimentos se ha traducido de hace unos meses en una contracción de la demanda que preocupa a los supermercados. El 60% de las empresas predice que la caída real en los volúmenes de compra se mantendrá durante todo el año, según un sondo presentado este martes por Aecoc y realizado entre 75 empresas del sector (con una cuota de mercado del 90% entre la distribución ). En concreto, el 38,9% de los distribuidores anticipó que cerrará 2023 con una caída en los volúmenes de compra de hasta el 5%, mientras que un 27,8% pronosticó que la demanda está estancada. En cambio, el 33,3% restante proyecta crear en volumen. Las perspectivas de los fabricantes van en la misma línea. El 56 % apunta a caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10 %, mientras que un 14 % espera resultados similares a los de 2022 y el 29,7 % pronóstico crece.

Los datos presentados este martes por la consultora Nielsen IQ señaló que la caída en los volúmenes de compra es del 2% desde enero. Sin embargo, el consumo repuntó en abril, con un incremento interanual superior al 4%. Este aumento del consumo coincide con una desaceleración del incremento medio de los precios de los productos de gran consumo por delante del resultado registrado en el mes de abril, que se sitúa en el 9,5%. El dato -que el NIQ obtenido en base tiene las ventas reales de los establecimientos de Gran Consumo- supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo.

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