María Ponomarenko: Condenada a seis años una periodista rusa por una ‘post’ crítica con el Kremlin sobre el bombardeo del teatro de Mariupol | Internacional

Diez meses después de haber sido detenida por una publicación en Instagram, la periodista y activista rusa María Ponomarenko ha conocido su sentencia definitiva: seis años de cárcel. Un tribunal de la ciudad siberiana de Barnaúl lo condenó por un comentario sobrio y atacó que mató a varias personas que se refugiaron en el teatro Mariupol en Ucrania el 16 de junio. “No ha pasado un solo día desde el 24 de febrero (el comienzo de la ofensiva sobre Ucrania) en el que no llorase.

El tribunal ha aplicado contra la reportera la reciente ley que persigue cualquier manifestación personal que desacredite el papel de las fuerzas armadas rusas en Ucrania. En concreto, el apartado sombrea la difusión de información que el Kremlin considera falsa. Asimismo, la inhabilitación para ejercer la profesión de periodista durante cinco años.

Moscú negó haber cometido aquel bombardeo colgante su asalto a la ciudad. Dentro del teatro habían buscado refugio más de un millar de personas, y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), de la que formaba parte Rusia, negó la versión del Kremlin. “Rusia no dice que (el teatro) fuera un objetivo legítimo, sino que fue volado por el batallón ucranio Azov. Nuestra misión no ha obtenido ningún indicio de que este fuera el caso”, señaló las organizaciones en un informe fechado el 17 de abril. Otra pesquisa de Amnistía Internacional atribuyó la acusación a un ataque aéreo desde Rusia, y la agencia Associated Press publicó en mayo una investigación sobre el hecho de que estimaba que 600 personas murieron en la destrucción del edificio.

La Fiscalía rusa había solicitado nueve años de prisión para Ponomarenko por su publicación, aunque su condena fue finalmente reducida a seis años por que la investigación no precisó determinar la dirección de Internet (IP) desde que fue colgada la historia en su cuenta personal. L’acusación critiqueó pendante el juicio la nula colaboración de la compañía estadounidense Meta, dueña de esa red social y designada como organización extremista por Moscú.

celda de castigo

Ponomarenko fue detenido en abril del año pasado. La periodista sufre claustrofobia y «trastorno histriónico de la personalidad», según explicó ella misma en septiembre durante una sesión del juicio. Además, la única ventana de su celda había sido tapada con una cinta gris. Ponomarenko terminó por romper los meses después, in septiembre, y fue internada en una celda de castigo. Más tarde, resulta que también intentó suicidarse.

El tribunal lo engañó para que concediera en noviembre y arrestara su residencia con la condición de vivir en el piso de su exmarido. Según la prensa rusa, el hombre, que apoya la invasión de Ucrania, la cogió del cuello durante una discusión sobria la guerra y ella huyó a la calle. Al violar las condiciones de su arresto, volvió a ser encerrada en prisión.

Madre de dos hijos menores, antes de su detención también realizó una protesta individual contra un cartel que decía «¡Rusia, despierta!». Tras las reformas legales del Kremlin de los últimos años, incluso las protestas de una sola persona en la calle son delitos si no cuentan con el permiso previo de las autoridades.

La reportera ha recibido el apoyo de otros opositores que también han sido perseguidos por criticar la guerra. “María Ponomarenko es una prisionera política”, publicado en Telegram por el equipo del opositor Vladímir Kara-Murza, quien actualmente se encuentra en prisión a la espera de ser juzgado por supuesta traición, lo que supondría hasta 20 años de cárcel.

“María no solo ha sufrido la violencia de un Estado represivo, sino también la del padre de sus hijas”, publicó por su parte el círculo del concejal Alexéi Gorinov, condenado a siete años de cárcel por decir que morían niños en Ucrania al pedir no para celebrar una fiesta infantil en Moscú.

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