“Sin el consenso franco-alemán, cualquier solución europea sigue siendo ilusoria”

“El Tratado de Amistad Franco-Alemán sigue siendo relevante y vigoroso mucho después de que se hayan olvidado muchos de los acontecimientos que hoy agitan la mente de la gente. » En estos términos, Konrad Adenauer, Primer Canciller de la República Federal de Alemania, resumió el alcance del Tratado del Elíseo, firmado junto a Charles de Gaulle el 22 de enero de 1963. Este tratado marca un punto de inflexión en las relaciones entre nuestros dos países. , poniendo fin al oscuro capítulo de la hostilidad franco-alemana, esmaltado de desprecio, humillaciones recíprocas y guerras cada vez más feroces.

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Sesenta años después, evocamos la amistad franco-alemana con la misma claridad con la que alemanes y franceses cultivaron antaño su «enemistad hereditaria» : una inversión feliz de la historia, como la humanidad a veces es capaz de hacer. Lo mismo ocurre con la paz, la amistad y la cooperación dentro de la Unión Europea: ahora parecen obvias para muchos ciudadanos europeos que han tenido la suerte de no haber conocido nunca nada más.

A lo largo de las décadas, grandes parejas franco-alemanas han hecho avanzar tanto la relación bilateral como la integración europea: Konrad Adenauer y Charles de Gaulle, Helmut Schmidt y Valéry Giscard d’Estaing, y especialmente Helmut Kohl y François Mitterrand. Pero la reconciliación franco-alemana, nuestra cooperación y nuestra amistad no habrían podido llegar tan lejos si dependieran únicamente de la buena voluntad de los sucesivos gobiernos y de las relaciones personales entre cancilleres y presidentes. Instituciones y cooperación en los campos de la economía, la cultura y la sociedad civil, la Oficina Franco-Alemana de la Juventud fundada en 1963, el canal de televisión Arte, las asociaciones entre escuelas bilingües y los numerosos hermanamientos, en resumen, todos los contactos y encuentros entre franceses y alemanes. dar vida a esta amistad, consolidándola y desarrollándola día a día.

Violaciones excedidas

Los intercambios entre la Asamblea Nacional y el Bundestag, ya institucionalizados, también contribuyen a ello, apoyando proyectos gubernamentales e inculcando sus propias iniciativas. A lo largo de los años, se ha desarrollado una relación de trabajo y confianza sin precedentes en beneficio de nuestras dos democracias, gracias a programas de intercambio de personal parlamentario, reuniones conjuntas de mesas y comités, así como sesiones plenarias que hicieron historia. Hace veinte años, en primer lugar, cuando los dos Parlamentos se reunieron en Versalles, lugar simbólico por excelencia de la superación de las infracciones mutuas cometidas entre 1871 y 1919. Con motivo del 50mi aniversario del Tratado del Elíseo, entonces, durante una sesión histórica en el Reichstag, que había puesto de manifiesto nuestros puntos en común y todos los progresos realizados por Europa.

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