«Sin un apoyo real, la revuelta en Irán está perdiendo fuerza»

«Sin un apoyo real, la revuelta en Irán está perdiendo fuerza»

IEl movimiento, liderado por mujeres iraníes, que se reanudó a mediados de septiembre de 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, está en crisis. Las protestas en las principales ciudades han sido más o menos reprimidas. Los que sobreviven suelen estar recluidos de noche, en los tejados, a veces en la calle, con una docena o un centenar de jóvenes.

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores En Irán, cinco meses de revuelta filmados por el pueblo

Solo las dos regiones étnicas, Kurdistán (en el oeste) y Baluchistán (en el sureste), continúan alimentando la protesta, pero están cada vez más marginadas y no encuentran eco en el resto de Irán. Democracia A pocas semanas del peso de la represión (más de 500 muertos, unos 20.000 detenidos), este movimiento por los estancados. Tan pronto como aparecen los líderes locales, son arrestados o ejecutados.

El bloqueo del acceso a Internet por parte del gobierno acentúa la desmovilización de la población, agotada por la brutalidad de la represión y por la falta de perspectiva. La estrategia del régimen es decapitar a una generación para garantizar una paz relativa, en lugar de conjurar los problemas sociales y responder a las demandas de apertura política.

Desde un principio, el movimiento fue frágil, por falta de dirección y falta de organización (la represión las hizo imposibles). Sin embargo, sacudió el régimen de los mulás y mostró su ilegitimidad durante varias semanas de heroica resistencia, antes de ser socavado. Una generación de activistas (especialmente jóvenes y muy jóvenes) ha sido, si no decapitada, silenciada por represión ciega, casi al estilo sirio.

Lea también la columna: Artículo reservado para nuestros suscriptores Muerte de Mahsa Amini: «La única forma de acabar con la crisis en Irán es acabar con la intervención de los clérigos en la política»

En cuanto a la generación de padres y abuelos, abrasados ​​por la represión de las revueltas anteriores (2009, 2015, 2016-2018) y temiendo perder sus medios de subsistencia, no se atrevieron a salir a la calle. Los jóvenes tenían que actuar solos. Su rebelión no fue suficiente para poner de rodillas al régimen sobre-armado de los ayatolás. Las únicas instituciones efectivos en este régimen tanatocrático son los de la represión física y el encarcelamiento.

La sociedad es cada vez más pobre

Sin embargo, la sociedad iraní no cederá ante un régimen odiado cuyos manifestantes exigen su derrocamiento cantando: “¡Abajo la dictadura! » La juventud rebelde se encuentra neutralizada en su franja activista por el encarcelamiento, el exilio o la ejecución. Allá la sociedad se empobrece día a día (durante cuatro meses, el dólar se ha sobrevaluado en casi un 50% y la tasa de inflación ha aumentado en consecuencia). A partir de ahora, las clases medias se unen a los pobres y se benefician de la escasez y la subida de precios.

Te queda el 48,94% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.